¿Por qué elegí arteterapia?
¿Por qué arteterapia?
Con esta publicación, pretendo compartirles mi decisión de entrar en el mundo de la arteterapia y de la educación.
En lo personal, siempre me he interesado mucho por el arte. Puedo numerar muchas experiencias en las que el arte me ha ayudado en diferentes áreas de mi vida. Me gusta mucho dibujar, me ayuda a concentrarme y a ordenar mis ideas, pintar me relaja y me ayuda a tener otra visión de las cosas, bailar me ha mantenido activa y me ayudó a ver mi cuerpo desde otra perspectiva (siendo alta, hay veces en las que la sensación de no saber qué hacer con lo que "sobraba" me abrumaba) así que la danza me ayudó conocer mejor mi cuerpo y a ser consciente sobre todo lo que puede hacer. El teatro me ayudó a vencer mi timidez y poder presentarme frente a un público sin temor. Estas son algunos aspectos en los que el arte me ha ayudado.
Al momento de decidir a qué dedicarme, elegí estudiar pedagogía, una ciencia que también nos ayuda a conocer la forma en la que aprendemos y a desarrollar el potencial que podemos alcanzar. Fue durante la carrera que escuché sobre arteterapia. Pensé que era una combinación perfecta de las áreas que me gustaban y que me habían ayudado, y que haciéndola podría llegar a ayudar a otras personas a desarrollarse por sí mismos utilizando el arte.
El proceso ha sido largo, estudié la maestría e hice las prácticas en dos centros, en un centro ocupacional de discapacidad intelectual y en una residencia de menores en donde hicimos grupos de niños y de adolescentes. El proceso ha sido largo y ha tenido sus dificultades, pero cada vez estoy más convencida que la arteterapia es una herramienta que posibilita la mejora en muchos aspectos, desde el emocional, hasta desarrollar la creatividad, conocernos mejor o simplemente expresarnos de una forma diferente, sobre todo cuando las palabras no alcanzan para decir lo que sentimos. El simple hecho de ver que somos capaces de crear algo, nos aporta seguridad en nosotros mismos.
Por todo lo que he vivido relacionado al arte y a la arteterapia, me siento confiada de seguir por este camino, de llevar esta práctica a cualquier persona que esté dispuesta a aceptarla y a comprometerse con el proceso de creación. Ahora, planeo mezclar ambas cosas y comenzar a realizar arteterapia en escuelas o como apoyo educativo, ya que las emociones y el aprendizaje están estrechamente relacionados. Tengo proyectos en mente que seguiré armando poco a poco, quizás más adelante puedan leer sobre ellos aquí.
Con esta publicación, pretendo compartirles mi decisión de entrar en el mundo de la arteterapia y de la educación.
En lo personal, siempre me he interesado mucho por el arte. Puedo numerar muchas experiencias en las que el arte me ha ayudado en diferentes áreas de mi vida. Me gusta mucho dibujar, me ayuda a concentrarme y a ordenar mis ideas, pintar me relaja y me ayuda a tener otra visión de las cosas, bailar me ha mantenido activa y me ayudó a ver mi cuerpo desde otra perspectiva (siendo alta, hay veces en las que la sensación de no saber qué hacer con lo que "sobraba" me abrumaba) así que la danza me ayudó conocer mejor mi cuerpo y a ser consciente sobre todo lo que puede hacer. El teatro me ayudó a vencer mi timidez y poder presentarme frente a un público sin temor. Estas son algunos aspectos en los que el arte me ha ayudado.
Al momento de decidir a qué dedicarme, elegí estudiar pedagogía, una ciencia que también nos ayuda a conocer la forma en la que aprendemos y a desarrollar el potencial que podemos alcanzar. Fue durante la carrera que escuché sobre arteterapia. Pensé que era una combinación perfecta de las áreas que me gustaban y que me habían ayudado, y que haciéndola podría llegar a ayudar a otras personas a desarrollarse por sí mismos utilizando el arte.
El proceso ha sido largo, estudié la maestría e hice las prácticas en dos centros, en un centro ocupacional de discapacidad intelectual y en una residencia de menores en donde hicimos grupos de niños y de adolescentes. El proceso ha sido largo y ha tenido sus dificultades, pero cada vez estoy más convencida que la arteterapia es una herramienta que posibilita la mejora en muchos aspectos, desde el emocional, hasta desarrollar la creatividad, conocernos mejor o simplemente expresarnos de una forma diferente, sobre todo cuando las palabras no alcanzan para decir lo que sentimos. El simple hecho de ver que somos capaces de crear algo, nos aporta seguridad en nosotros mismos.
Por todo lo que he vivido relacionado al arte y a la arteterapia, me siento confiada de seguir por este camino, de llevar esta práctica a cualquier persona que esté dispuesta a aceptarla y a comprometerse con el proceso de creación. Ahora, planeo mezclar ambas cosas y comenzar a realizar arteterapia en escuelas o como apoyo educativo, ya que las emociones y el aprendizaje están estrechamente relacionados. Tengo proyectos en mente que seguiré armando poco a poco, quizás más adelante puedan leer sobre ellos aquí.
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